domingo, 21 de octubre de 2007

Caetano Veloso - Transa

¿Qué decir de este hermoso y psicodélico disco?
Para el año de este disco (1972), Veloso regresaba a Brasil luego de un exilio británico lleno de glorias pero también de melancolías, de nostalgias infranqueables para quien no encuentra a su alrededor algo más que su propio exilio. Caetano vuelve, regresa también empapado de psicodelia londinense, de moléculas en su cerebro agitadas por la sed de experimentación de los 60's ingleses, moléculas ahora frenéticas al calor del trópico y sus nada despreciables ismos. Caetano Veloso llega decidido a permitirse el capricho que mantuvo agazapado por una artificiosa calefacción de estudios de grabación. Ya había demostrado ser un representante de Bossa Nova virtuoso y digno a finales de los 60's, ya le había tocado dar la cara por un tropicalismo que era mucho más que un movimiento artístico, ya había ido al reflexivo monte que representó su exilio, ya había descendido con una idea clara de cuál era su lenguaje y quienes tomaba por aportes, ahora le era preciso ser un músico y sacar su disco. Y mentirían los 70's y el mundo de la canción si no lo hizo. Luego de un muy interesante tránsito, llamado “Araçá Azul”, donde tuvo la oportunidad de explorar en su propio campo y no en uno ajeno, saca “Transa” con una mezcla que deja en poco tiempo de ser cóctel para transformarse en bebida neta (homogénea y consistente.) Con voz y arpegio terciopelo, como la superficie de un níspero que se abre para ofrecer su vulva sedosa, Caetano se ayuda de un bossa nova para tocar un rock stady, de un blues para tocar una tonada de Capoeira, al punto de que a veces parece el disco de un João Gilberto improvisando versiones de Can con una banda jamaiquina...
En resumen...Un Discazoo!!!

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